LA MALVASÍA CABECIBLANCA - se está recuperando.
-Sanlúcar de Barrameda 07/06/2014//emo-malvasia.blogspot.com // Eliseo de Miguel Ortiz
- Es muy frecuente en la Laguna de Tarelo. Esta laguna está situada en el margen izquierdo del río Guadalquivir y bastante próxima a la desembocadura del citado río. En la provincia de Cádiz y en el término municipal de SANLÚCAR de BARRAMEDA.
- Siempre que voy a visitar esta laguna se ven varios ejemplares y esto ocurre durante todo el año. Es uno de los habituales en esa interesante laguna.
- También aparecen ejemplares de malvasía cabeciblanca en las lagunas de Bonanza, situadas en la misma localidad de Sanlúcar de Barrameda cerca del puerto pesquero de BONANZA .
- Estas lagunas de Bonanza están muy abandonadas desde el punto de vista medioambiental y las abundantes aves acuáticas que se encuentran en ellas corren serios peligros por la contaminación.
HÁBITAT y
DISTRIBUCIÓN:
-
Este pato se reproduce en España y el norte de África, con una población más
grande en Asia occidental y central. Su hábitat de cría son lagos grandes de
aguas abiertas, con densa vegetación acuática, anidando en esos mismos espacios
naturales.
NOTA:
Lo de grandes lagos no es muy exacto. Ocupa también pequeñas lagunas rodeadas de zonas
habitadas. Lo que sí es más exacto es el detalle de que necesita que haya
vegetación densa y abundante en los márgenes de esas zonas acuáticas.
- He aquí un hábitat característico de la
malvasía cabeciblanca; se trata de la LAGUNA DE TARELO en Sanlúcar de Barrameda, junto
a los pinares de LA
ALGAIDA. En ella se ven malvasías con su prole en mayo y
junio.
Laguna de TARELO *
06-06-2014
-En
Sanlúcar de Barrameda (pinares de La
ALGAIDA)- Provincia de Cádiz.
* - En las lagunas de BONANZA también pueden verse a lo largo del año ejemplares de MALVASÍA cabeciblanca. Por cierto, que en dichos espacios domina el descuido medioambiental; la basura y los contaminantes químicos son patentes.
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Información tomada de: www.europapress.es/andalucia/...
"El informe anual sobre la
población española de malvasía cabeciblanca destaca el incremento de ejemplares
censados"
CÓRDOBA, 2 Mar. (EUROPA PRESS) - AÑO 2013
El informe anual relativo a la
población española de malvasía cabeciblanca (Oxyura leucocephala),
correspondiente al año 2013 y elaborado por el biólogo cordobés José Antonio
Torres Esquivias, determina que los efectivos de malvasía cabeciblanca han
crecido en España, ya que al terminar el año había 2.175 ejemplares de esta
especie en peligro de extinción.
Así, según recoge dicho informe, en 2012
eran 2.081 los ejemplares, mientras que en 2011 se controlaron 1.960 malvasías.
Es decir, han tenido lugar dos años seguidos de discretos aumentos en la
población española de malvasía cabeciblanca, cuyo máximo histórico fue de 4.486
ejemplares en el año 2000.
Torres Esquivias, que coordina el censo
nacional de malvasía que hacen las distintas administraciones autonómicas, ha
obtenido estos datos a partir de la realización de 12 censos mensuales, a
través de cinco censos coordinados nacionales y contando con numerosas
comunicaciones de ornitólogos de toda España.
El resultado es el citado informe, en el
que se detalla que durante 2013 se ha podido confirmar la presencia de esta
especie en 115 humedales de 16 provincias, pertenecientes a seis comunidades
autónomas (Andalucía, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Madrid, Murcia y
Comunidad Valenciana). Con relación al año anterior, se ha producido un aumento
en el número de lugares visitados por la malvasía cabeciblanca, ya que fueron
solo 86 en 2012, pero muy similar al de 2011, cuando se localizaron 112.
En cuanto al número de provincias con
presencia de malvasía son 16, como el año anterior, mientras que en 2011 fueron
14, mientras que el número de comunidades donde está presente aumentan hasta
seis, frente a las cinco de 2012, al sumarse Castilla y León.
LA MAYORÍA EN ANDALUCÍA
La mayoría de los humedales utilizados
por esta especie se encuentran en Andalucía, en 75 de los 115 de toda España,
mientras que la reproducción en 2013 se ha producido en 55 humedales, de 12
provincias pertenecientes a cuatro comunidades autónomas (Andalucía,
Castilla-La Mancha, Murcia y Comunidad Valenciana). En 2012 solo fueron 35 y en
2011 fueron 56, lo que indica que de nuevo se recupera un numero similar al de
2011 y se supera el mínimo de 2012, que se produjo tras tres años de
crecimiento progresivo.
El número de humedales con reproducción
confirmada de malvasía cabeciblanca en España se ha colocado muy cerca del
máximo histórico de 2011. Así, en 2013 el número de hembras que logran
reproducirse con éxito ha aumentado hasta las 238, mientras que en 2012 fueron
186, en 2011 fueron 196 y en 2010 se produjo el máximo de los últimos años,
318, lo que indica que se recupera este importante parámetro, aunque no lo
suficiente.
El aumento se ha producido en todas las
comunidades autónomas y, de mayor a menor número de hembras reproductoras, el
listado lo encabeza Andalucía (92), seguida de la Comunidad Valenciana (86),
Castilla-La Mancha (36) y Murcia (24). En cuanto a provincias, la de más
hembras reproductoras es Alicante con 82.
En concreto, han nacido 832 pollos en
2013, frente a los 618 de 2012 y los 898 de 2011. Es decir, se ha producido un
notable incremento, pero muy alejado de los 1.469 de 2010, año de pico anual de
los últimos 12 años. Por comunidades autónomas han nacido más pollos en todas,
pero el análisis por provincias nos muestra extrañas diferencias, ya que aunque
nacen más pollos en Cádiz, Málaga, Sevilla, Albacete, Toledo, Murcia, Alicante
y Valencia, en contraposición, en Almería, Córdoba, Jaén y Ciudad Real nacen
menos.
Además, los datos son significativamente
discordantes, pues en Almería se pasa de 100 pollos nacidos en 2012 a 52 en
2013, y en Ciudad Real de 27 en 2012 a dos en 2013. Al ser analizados estos
casos, junto a otros parámetros, solo se pueden achacar a deficiencias de
censado.
Como resumen, Torres Esquivias afirma en
su informe que se produce un crecimiento de efectivos, precedido de otro
aumento en 2012, y tras la clara caída de la población española de malvasía
cabeciblanca de 2011. Estas fluctuaciones, como se ha ido recogiendo en los
sucesivos informes anuales, se iniciaron en 2001 y han variado entre los 2.682
ejemplares de 2004 y los 1.601 de 2006.
La intensidad de las precipitaciones ha
explicado en otras ocasiones las fluctuaciones, dada la mayor cantidad de agua
en los humedales, y en 2.013 puede haber sido también así. Este ha sido un año
más lluvioso que el anterior y además hay que tener en cuenta que las
precipitaciones más importantes se han producido antes de la reproducción y
quizás por eso la población ha crecido más. También hay que tener en cuenta la
incidencia de 'El Hondo', donde el nivel del agua se regula artificialmente.
Concluye su informe Torres Esquivias
señalando que en 2013 no ha tenido conocimiento de la detección o de la eliminación
de malvasías canelas ni de híbridos. Por tanto, en España continúan siendo 186
los ejemplares puros capturados y 69 los híbridos.
TORRES ESQUIVIAS
José Antonio Torres Esquivias es uno de los principales especialistas en la especie y en 1977 censó la menor colonia de malvasía conocida en Europa Occidental, en la laguna cordobesa de Zóñar, en Aguilar de la Frontera, que se constituyó en el último reducto del pato, desde donde se inició su recuperación.
En concreto, fue el 19 de noviembre de
1977 cuando Torres Esquivias, junto a otros dos biólogos cordobeses, censó en
Zóñar 22 ejemplares de malvasías cabeciblancas, después de una cacería
indiscriminada de aves acuáticas realizada en Zóñar desde barcas, cuando
llevaban a cabo el censo anual para la Sociedad Española de Ornitología, lo que
se convirtió en el menor número de ejemplares y en el único lugar en Europa
Occidental donde se localizaba la especie.
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La Malvasía Cabeciblanca: el pato de pico azul
La
malvasía cabeciblanca (Oxyura
leucocephala) es un ave singular, tan curiosa y extraordinaria como su
propia historia sobre el planeta. De aspecto rechoncho, este pequeño pato
buceador tiene la cabeza grande, las plumas del cuerpo de color castaño, la
cola normalmente alzada y el pico abultado que se torna azul celeste en los
machos durante el período nupcial.
Originaria
del Continente Asiático presenta actualmente dos poblaciones bien
diferenciadas, tanto en el ámbito geográfico, como en el genético. La
primera y más numerosa (unos 12.000 individuos), en donde parece haber tenido
su área inicial de distribución, se sitúa en Kazajstán, dispersándose durante
el invierno a Turquía, Israel, Egipto y Pakistán. El segundo grupo ocupa el
Mediterráneo Occidental; mucho más reducido, en torno a 2.600 ejemplares, se
concentra principalmente en los aguazales de la mitad Sur de la Península Ibérica,
presentando también poblaciones en regresión en Argelia y Túnez. Según datos
históricos la población mediterránea ocupó antaño humedales de otros países
ribereños como Italia, Francia, Albania, Grecia, Yugoslavia y Marruecos,
incluyendo a las islas de Cerdeña, Córcega y al Archipiélago Balear. En los
últimos años se ha reintroducido en Baleares e Italia, y se han establecido
pequeños núcleos en Marruecos y Sur de Portugal.
dos machos y una hembra de malvasía cabeciblanca
Distribución y
evolución en la
Península Ibérica.
La
primera cita de la especie en España corresponde a un macho en S'Albufera de
Mallorca (1784) al que D. Bonaventura Serra dibujó en su "Compendio
de Historia Natural", denominándolo “Ánade
rarissima”. Dentro de la
Península hubo que esperar casi un siglo para que
Saunders (1871) la observara en las Marismas del Guadalquivir, llamándola “pato
tarro”.
Fueron
los británicos Chapman y Buck los que a finales del siglo XIX (1891)
identificaron taxonómicamente a la especie en la Laguna de Santa Olalla
(Huelva) y en la de Medina (Cádiz). Sin duda, debió constituir una gran
sorpresa para estos naturalistas pioneros que la definieron como “la más extraordinaria ave que habían visto
nunca”. Posteriores observaciones a comienzos del siglo XX circunscriben su
localización a las marismas y aguazales de Andalucía Oriental y a otros puntos
de la geografía peninsular donde siempre ha sido un pato raro y muy escaso.
Durante
los años cincuenta el núcleo principal de reproducción se concentraba en las
Marismas del Guadalquivir con no más de 400 aves, desapareciendo del área a
finales de los sesenta (1968). La siguiente década fue la más crítica para la
especie; en 1977 sólo quedaban en Europa 22 ejemplares, mientras que se daba
por extinguida en Marruecos. A lo largo de este período la exigua población
ibérica se distribuía en algunos aguazales de Cádiz, Huelva y Sevilla. Sin
embargo, la mayor parte se trasladó a las zonas húmedas del Sur de
Córdoba.
La
década de los ochenta fue fundamental para el mantenimiento de la malvasía en
Europa. La compra de la Laguna
del Rincón (Córdoba) por parte de la “Asociación de Amigos de la Malvasía” en 1983 supuso
un hito histórico en la conservación de la especie. Un año antes el ICONA puso
en marcha un Plan de Cría en Cautividad en el Parque Nacional de la Tablas de Daimiel,
trasladado desde 1984 a
Doñana donde continúa en la actualidad, actuando como reserva genética frente a
posibles derrumbes de la población en libertad y posibilitando la
reintroducción de la especie en las áreas donde se extinguió. A partir de 1984,
la Agencia de
Medio Ambiente comenzó a proteger algunos humedales, incorporándolos a la Red de Espacios Naturales
Protegidos de Andalucía, favoreciendo sin duda a ésta y otras especies en
peligro.
Los
años 90 se han caracterizado por la colonización y asentamiento en nuevas áreas
y por el crecimiento poblacional que, aunque importante, no garantiza por sí
solo el futuro de la especie como afirman algunos expertos. Actualmente, el
núcleo principal de reproducción se encuentra en Almería, donde nacen más del
70% de los polluelos europeos. Cabe destacar la importancia de algunos
aguazales de la
Comunidad Valenciana y Castilla La Mancha, dentro de esta
dinámica de expansión. La cifra más elevada de la especie en España,
corresponde a 2.619 individuos censados en septiembre de 2002.
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Crónica de la Malvasía en Almería.-
A
lo largo de la última década, la malvasía se ha convertido en la especie
emblemática de los aguazales almerienses, donde actualmente concentra su mayor
núcleo reproductor dentro del Mediterráneo Occidental.
En
1984, la especie superó el límite andaluz más oriental conocido hasta entonces,
observándose en las Albuferas de Adra, donde nidifica desde 1988. Un año
después, se cita en la Salinas
de Cerrillos y Viejas, nidificando regularmente desde 1991; este mismo año se
controló en los Charcones de Entinas, Embalse de Benínar, desembocadura del Río
Aguas y Cañada de las Norias donde nidifica desde 1992. A partir de 1994
inverna en las lagunas del campo de Golf de Almerimar (El Ejido) y en 1995
nidifica en unas lagunas artificiales situadas junto al campo de Golf de Playa
Serena (Roquetas de Mar), donde niños y adultos alimentan con pan a estas y
otras aves acuáticas, situaciones curiosas si tenemos en cuenta los
requerimientos ecológicos que, a priori, apuntaba la bibliografía existente
hasta la fecha. Desde 1995 inverna en la desembocadura del Río Antas, donde
llegó a nidificar en 1997. Durante 2002 nidificó también en la
desembocadura de Rambla Morales, apareciendo diversos elementos adultos muertos
sin que, hasta la fecha, se hayan hecho públicos los resultados de las
necropsias que se practicaron a estos y otros ánades. La población invernante
en los humedales almerienses superó los 500 individuos en 2003, aproximadamente
un 20% de la población de la especie en el Mediterráneo Occidental.
Problemática
actual de la Malvasía
en España
El
principal problema de la población mediterránea es el escaso número de
individuos con el que cuenta, que apenas llega a alcanzar los tres millares de
ejemplares. En este sentido es fundamental proteger in situ a la especie y especialmente a sus hábitats, así como
potenciar decididamente los programas de cría en cautividad, reintroducción y
fortalecimiento de la malvasía en sus áreas históricas de distribución.
Pese
a estar protegida internacionalmente, nuevas amenazas se ciernen sobre esta
rara anátida. La presencia en Europa de otra especie del mismo género, la
malvasía canela (Oxyura jamaicensis),
introducida por vez primera en Gran Bretaña en 1952 como ave ornamental y
extendida actualmente por gran parte de Europa, amenaza directamente a la
población autóctona del Mediterráneo con la que es capaz de hibridar,
produciendo una deriva genética de la misma. En 1965 pasaron al Continente
Europeo; en 1983 se encontraban ya en la Península Ibérica
y en 1992 en Marruecos. Durante ese mismo año ya se habían detectado individuos
híbridos de primera y segunda generación en la Península Ibérica.
La solución al problema de la
Administración conservacionista española está consistiendo en
la localización y eliminación tanto de los elementos de la especie foránea,
como de los híbridos, habiéndose abatido desde 1989 hasta 1997, a 88 ejemplares (45
puros y 43 híbridos).
Un
problema añadido es el ocasionado por el propio proceso de hibridación, donde
los especimenes resultantes de varias generaciones de mezcolanza
interespecífica, adquieren un fenotipo muy similar al de Oxyura leucocephala, (incluso con el abultamiento en la base del
pico característico de la misma), por lo que en estas “batidas étnicas”
son frecuentes los errores. Pese a estos esfuerzos y otros de carácter
internacional que comenzaron en Arundel (Reino Unido) en 1993, la solución al
problema parece cada vez más distante al haberse desmarcado durante años
los británicos, donde se encuentra el núcleo principal de la especie foránea,
de las políticas tendentes al control de estas poblaciones.
Por último, cabe destacar la
suelta deliberada de ciprínidos como la carpa (Ciprinus carpio) en los humedales donde habita la malvasía,
favoreciendo el proceso de eutrofización de los mismos al producir un
progresivo enturbamiento del agua. Las Lagunas del Rincón y de Zóñar (Córdoba)
son un ejemplo reciente de este fenómeno. En la Cañada de Las Norias (El
Ejido), espacio aún sin proteger, se han detectado recientemente a estos
ciprínidos lo cual supone un hecho potencialmente peligroso y que debe de ser
analizado para evitar problemas ulteriores.
ejemplar de malvasía cabeciblanca, hembra.
Como se ha podido comprobar, se ha
producido una notable recuperación de la población mediterránea de la malvasía
cabeciblanca a lo largo de los últimos años. Sin embargo, pese a los esfuerzos
conservacionistas, ésta continúa amenazada de extinción a escala global, por lo
que se deben actualizar, ampliar y corregir las actuaciones tendentes a su
protección y conservación. Mantener la integridad efectiva de los aguazales
almerienses, que concentran el mayor contingente reproductor del Mediterráneo,
será fundamental para el futuro de este singular pato. Así mismo, se podría
potenciar un núcleo estable de población en el Norte de África y restablecer,
en la medida de las posibilidades, el mapa histórico de distribución de la
especie en el Mediterráneo Occidental. Este tipo de actuaciones contribuiría a
diversificar los núcleos de población frente a posibles problemas ambientales en
las localidades actuales, como serían los prolongados períodos de sequía,
procesos de eutrofización u otras situaciones que puedan comprometer el futuro
de la misma.
Es
importante destacar que este tipo de reintroducciones se han realizado con
éxito en otras localidades; así, en 1992 se procedió a la reintroducción en
S´Albufera de Mallorca de 36 ejemplares. Existen experiencias similares
realizadas en otros países de la
U.E. como Italia. También se ha trabajado en el refuerzo de
poblaciones ya existentes como la realizada en agosto de 1991 en las Albuferas
de Adra (Almería).
MACHO
El pato malvasía lleva 25 años amenazado. CORDOBA -
ALFONSO ALBA
- 01/02/2003
En 1977, el único lugar de Europa Occidental donde todavía se podían observar a los patos malvasía cabeciblanca era la laguna de Zóñar, en Aguilar de la Frontera, donde tan sólo se censaron 22 aves, las últimas de nuestro continente. Allí, un 17 de noviembre de 1977 un grupo de biólogos cordobeses que iban a realizar un censo se indignaron ante una cacería, perfectamente legal, que acabó con centenares de patos. Comenzó entonces el trabajo para proteger esta especie tan amenazada al conseguir la prohibición de la caza en Zóñar. Ayer, uno de esos biólogos, José Antonio Torres Esquivias, hizo un paréntesis en este trabajo y presentó un libro en el que recapitula la historia conservacionista de estos 25 años.
"Por
extraño que parezca hablando de medio ambiente, ésta es la historia de un
éxito", comentaba en la presentación Benigno Varillas, referente de la
ecología en España y editor de la revista Quercus. "En 1977 pocos
conservacionistas daban por perdida la batalla, pero la realidad es que a día
de hoy son 2.600 los ejemplares de malvasía que se contabilizan en el sur de
España". De esta forma, según los expertos, se puede afirmar que esta
especie está a punto de abandonar el umbral de "grave peligro de
extinción" gracias a la labor que narra Torres Esquivias en Las
malvasías cordobesas veinticinco años después.
"Y
podíamos haberlo hecho ya (según el autor del libro) de no haber sido por la
invasión de una especie americana que fue introducida artificialmente en
Inglaterra. Allí empezó a criar en libertad y se convirtió en una especie
invasora que llegó a España y comenzó a mezclarse con la malvasía mediterránea
produciendo híbridos". Esta invasión está afectando a la especie
mediterránea, que en el 2000 contaba con unas 4.500 ejemplares.
Lo
cierto es que Córdoba ha sido pionera en la conservación de especies y ahora se
sirven de este modelo países como Francia e Italia, donde se están empezando a
introducir malvasías cabeciblancas donde antes se habían extinguido.
Características
La
malvasía cabeciblanca es una anátida de 43 a 48 cm de largo, con una envergadura alar de 62 a 70 cm. Su cuerpo es
rechoncho; su cabeza es grande y su cola tiesa, que mantiene vertical
frecuentemente.
El
macho tiene la cabeza blanca con un estrecho píleo negro, el cuello y cuerpo
pardusco, y una cola larga que en época nupcial suele llevar erguida. El pico
es abultado en su base, azul en época nupcial. La hembra tiene la cabeza con el
mentón, la garganta y las mejillas claras, cruzadas por una banda oscura desde
la base del pico hasta la nuca. Su pico menos abultado que el macho y de color
gris.
Hábitat
Habita
generalmente en lagunas, de agua dulce o salobre, con profundidad entre 0.8 a 3 m, provistas de plantas
palustres en su perímetro, por ejemplo carrizo, y con zonas abiertas ricas en
vegetación subacuática.
La
población del Mediterráneo Occidental es principalmente sedentaria con pequeños
desplazamientos locales cifrados en unos 1.000 individuos, 400 en el Norte de
África (principalmente Argelia y Túnez) y 600 en España.
Realiza
movimientos migratorios dentro de la Península y entre ésta y el Norte de África.
La
especie comienza a recuperarse desde el año 1977 en el que se censaron 22
ejemplares en la Península
(laguna de Zoñar). Desde entonces y a partir de medidas conservacionistas como
la compra de una laguna por los Amigos de la Malvasía, y un plan de
recuperación, la Malvasía
ha aumentado de número, hasta los aproximadamente 600 ejemplares que existen en
estos momentos.
Sin
embargo desde 1983/84 empiezan a observarse en la Península ejemplares de
Malvasía canela o cariblanca (Oxyura jamaicensis) que se
han hibridado con nuestra especie autóctona, la Malvasía cabeciblanca. La Malvasía canela es una
especie introducida en Inglaterra en los años cuarenta y de la que existe en
ese país una población salvaje de unos 3500 individuos, a partir de ejemplares
escapados de Slimbridge en los años cuarenta. Los híbridos son fértiles
pudiéndose cruzar entre sí y con los progenitores. Los ejemplares híbridos
tienen características de las dos especies. Esto provoca una pérdida de los
caracteres de nuestra Malvasía. En estos momentos se han detectado híbridos de
segunda generación.
Otros
problemas son la perdida de su hábitat, la caza ilegal y la predación de huevos
y pollos.
Reproducción
El
cortejo en la malvasía comienza en los meses de febrero y marzo. El dato más
llamativo es el cambio de coloración del pico de los machos, pasando de color
gris a azul.
La
población de malvasía en ese momento pasa de estar agrupada a dispersarse. Los
machos comienzan a perseguirse y las hembras acosadas se hacen huidizas. Los
machos pelean entre sí, levantando la cabeza y la cola el macho vencedor. En el
mes de agosto termina la reproducción, pasando el color azul del pico a un tono
más gris.
Parece
que utiliza nidos abandonados de focha, o los hace sobre el carrizo.
Los
huevos son de color blanquecino mate con tonalidades verdosas pálidas. Cada
puesta se compone de 5 a
10 huevos.
Dieta
La
malvasía cabeciblanca se alimenta de semillas y partes vegetativas de plantas
sumergidas de la familia del potamogeto, naja marina y larvas de insectos.
Vida y costumbres
La
malvasía suele ir separada de otras anátidas. Únicamente en invierno puede
encontrarse con otros patos buceadores. Suele sumergirse cuando le acecha algún
peligro o para buscar comida. Raramente vuela y por ello hace una carrera larga
sobre el agua para despegar.